Dani Ceballos se convirtió en el protagonista inesperado de los octavos de final de la Copa del Rey. El sevillano salió para reflotar a un Real Madrid hundido y le llevó a la victoria con una actuación sobresaliente en algo más de media hora que estuvo sobre el césped. Aprovechó su momento para darle luz a otra noche hasta entonces negra en La Cerámica, el campo maldito del conjunto blanco en los últimos años y en el que caían por 2-0 cuando ingresó al terreno de juego.
La actitud del equipo estaba dejando mucho que desear. Al igual que en la final de la Supercopa, los madridistas estaban muy lejos del nivel que se les exige. Hasta que Ancelotti tiró de Ceballos. Cuando no se había cumplido aún la hora de partido, el técnico optó por darle la oportunidad junto a Asensio. Eran los dos primeros cambios de los madridistas y no le pudieron salir mejor. El de Utrera aparecía para iniciar la jugada del primer gol, en el que además asistió a Vinicius, y para culminar la remontada con un golazo, el primero con la elástica madridista en casi cuatro años.
El mediocentro le dio ese plus de energía que contagió al resto del equipo. Salió con ganas e hizo el partido que el técnico le pedía y que él mismo necesitaba para reivindicarse. Ceballos no pudo aprovechar mejor su momento para posicionarse como un futbolista fundamental de cara al resto de la temporada y, sobre todo, como un recurso de garantías ante el apretado calendario que deberá afrontar el conjunto blanco en las próximas semanas.
Ancelotti siempre ha confiado en Ceballos, pero hasta la fecha el sevillano no había tenido una actuación así. En La Cerámica, sacó su mejor versión. Puso toda su magia sobre el césped, junto a un hambre que en ese momento le faltaba al equipo y a raíz de ahí llegó la remontada. De un robo suyo en la medular se inició la jugada del 2-1, con el que Vinicius metió al Madrid de nuevo en el partido. Además de iniciar la jugada, asistió con un balón en profundidad al brasileño, que definió a la perfección.
Pero la guinda llegaría en los últimos minutos. Después de que Militao pusiera el empate, Ceballos apareció en el área grande para mandar a guardar un pase raso desde la línea de fondo de Asensio. Un gol con el que puso la guinda a su partidazo metiendo al conjunto blanco en los cuartos de final.
«Hay que aprovechar cualquier minuto»
Dani Ceballos fue el hombre del partido en La Cerámica. El jugador del Real Madrid fue el gran artífice de una remontada que se presentaba imposible después de una pésima primera parte contra el Villarreal. Sin embargo, el utrerano aprovechó su momento y se convirtió en la gran figura del encuentro. Él mismo reconocía al término del encuentro que le gustaría tener más minutos y que «siempre voy a estar para luchar».
Sabe cuál es el camino para hacerse con un sitio que hasta ahora había estado imposible. «Con esta camiseta hay que aprovechar cualquier minuto. Hemos sabido aportar energía y ganas, que era lo que necesitaba el equipo», reconoció al acabar el partido, consiente que, tras su actuación, se ha consolidado como un jugador de plena confianza para Ancelotti, al que siempre le ha gustado.